El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) calificó como “alarmante” que más de un millón de niñas y niños en Honduras estén realizando actividades laborales, muchos en condiciones peligrosas, dejando de lado su derecho a la educación, la salud y la recreación.
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el 12 de junio, el CONADEH urgió al Estado a implementar políticas públicas que erradiquen esta problemática, especialmente en sectores como la agricultura, ganadería y comercio informal, donde los menores están más expuestos a riesgos físicos y psicológicos.
Según la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples, la población entre 5 y 17 años asciende a 2.4 millones, y una gran proporción realiza tareas económicas o domésticas bajo condiciones precarias.
Cándida Maradiaga, coordinadora de la Defensoría de la Niñez del CONADEH, señaló que el trabajo infantil es más visible en zonas urbanas como San Pedro Sula y el Distrito Central. Muchos niños son utilizados por adultos para actividades de calle o trabajo doméstico, mientras que otros, sin supervisión, corren riesgos de ser víctimas de acoso, abuso sexual o incluso reclutamiento forzado por estructuras criminales.
Maradiaga explicó que si bien algunas labores bajo la guía de los padres pueden fomentar habilidades, el trabajo infantil en condiciones de explotación o peligro representa una violación de derechos fundamentales.
Actualmente, el promedio de años de estudio entre los menores que trabajan es de apenas 4.5 años, una brecha que evidencia cómo el trabajo prematuro reduce sus oportunidades de desarrollo futuro.
