Alcaldes de las zonas bajas del Valle de Sula han alzado la voz ante la falta de reparación de los bordos de contención, una situación que se repite año con año sin una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
Con la llegada de la temporada de lluvias, el temor a nuevas inundaciones vuelve a instalarse en las comunidades más vulnerables, que ven cómo sus cultivos, viviendas y medios de vida quedan expuestos ante cualquier crecida de los ríos.
Vecinos y líderes comunitarios denuncian que las promesas de intervención han sido constantes, pero las acciones concretas brillan por su ausencia.
“Siempre nos dicen que van a venir, que están haciendo estudios, pero el agua no espera estudios”, expresaron algunos. El deterioro de los bordos se ha vuelto un problema estructural que nadie asume con responsabilidad real, a pesar de los riesgos evidentes.
Ante esto, ediles de varios municipios de la región han hecho llamados urgentes al gobierno central para que se intervenga cuanto antes, advirtiendo que, si no se actúa de inmediato, las pérdidas podrían ser millonarias.
