En lo que va de 2025, al menos 285 jóvenes, entre 0 y 30 años, han perdido la vida en Honduras, según un informe de la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro Niñez y Juventud (Coiproden). De este total, 195 muertes fueron violentas y 90 resultaron de accidentes viales.
El director ejecutivo de Coiproden, Wilmer Vásquez, expresó con preocupación que, a pesar de la reducción del 9 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2024, la violencia continúa cobrando la vida de decenas de jóvenes.
«En estos primeros cuatro meses del año, hemos tenido el recuento de por lo menos 195 adolescentes y jóvenes que han perdido la vida de manera violenta», comentó Vásquez.
A pesar de la disminución en las muertes violentas en general, Vásquez subrayó que las estrategias de seguridad aplicadas por las autoridades del país no han tenido un impacto positivo en la protección de la niñez y juventud.
Los departamentos de Cortés y Francisco Morazán son los más afectados por estas muertes, reflejando la gravedad de la situación en las áreas urbanas más densamente pobladas del país.
En promedio, cada mes se reportan 50 muertes de jóvenes, lo que representa una tasa preocupante en un contexto de inseguridad.
«Ser niño y ser joven en Honduras significa estar en una situación de mucho peligro porque pierden la vida de manera violenta», lamentó el director de Coiproden.
