Las fuertes lluvias que golpean al sureste de Brasil dejaron al menos 23 muertos desde el viernes en los estados de Rio de Janeiro y Espírito Santo, donde autoridades describieron una situación «caótica» debido a las inundaciones.
El saldo de fallecidos en Espirito Santo seguía incrementando y llegó a 15 este domingo, informó la coordinación local de Protección y Defensa Civil.
El municipio más afectado es Mimoso do Sul, una localidad de casi 25.000 habitantes ubicada en el sur del estado, donde al menos 13 personas murieron en inundaciones, de acuerdo con el balance oficial, que se teme crezca en las próximas horas.
La situación allí es «caótica» y las autoridades intentan dimensionar los daños, describió el sábado el gobernador de Espirito Santo, Renato Casagrande.
«Los equipos continúan trabajando», con acceso la mañana del domingo a zonas antes inaccesibles gracias a una bajada en el nivel del agua tras una noche prácticamente sin lluvias, dijo Casagrande en redes sociales.
Un sobrevuelo mostró extensas áreas con casas todavía bajo el agua en este estado vecino a Rio de Janeiro donde 13 municipios están en emergencia.
En tanto, el temporal se cobró al menos ocho muertes en Rio de Janeiro desde el inicio de las lluvias el viernes, la mayoría por deslizamientos en la zona serrana del estado, informaron las autoridades.
Cuatro de esas muertes fueron consecuencia del derrumbe de viviendas en la turística Petrópolis, ubicada a unos 70 kilómetros de la capital estatal y escenario de una tragedia que dejó 241 muertes en febrero de 2022.
La fuerza de Defensa Civil municipal advirtió de riesgos «muy altos» de deslizamientos el domingo.
Las alertas por lluvias y sus consecuencias continuaban además en distintas zonas del sureste brasileño, donde las autoridades despliegan fuertes operativos para intentar contener los daños.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se solidarizó con las familias de las víctimas y los afectados, en un mensaje publicado la noche del sábado en redes sociales.
Tragedias como estas «se intensifican con el cambio climático», señaló el mandatario, que destacó los esfuerzos para fortalecer la prevención y reacción ante desastres, y puso equipos a disposición para colaborar con los gobiernos locales.
El temporal que afecta a parte de Brasil se debe a la llegada de un frente frío tras una ola de calor extremo en la región.
Esa masa impactó a mediados de la semana pasada a Rio Grande do Sul (sur), y avanzó hacia Sao Paulo y Rio, antes de llegar a Espirito Santo, explicaron meteorólogos del Instituto Nacional de Meteorología (Inmet).