Martin Pistorius es un hombre de Sudáfrica que pasó 13 años en coma; sin embargo, pudo recuperarse y sorprendió a todos al contar una inquietante historia.
Sus problemas comenzaron cuando apenas tenía 12 años. Por aquel entonces, llegó a casa de la escuela con un fuerte dolor de garganta.
Tras ser llevado al médico, le diagnosticaron gripe y le dieron el tratamiento habitual. No obstante, su condición empeoró con el paso de los días y tuvo que ser hospitalizado.
“Di positivo por meningitis criptocócica y tuberculosis cerebral y me trataron por ambas”, dijo Pistorius al medio LADBible. “Mi cuerpo se debilitó y perdí la capacidad de hablar y controlar mis movimientos”.
De un momento para otro, Martin estaba postrado en una cama en estado vegetativo. Lo más frustraste era que a Joan y Rodney, los padres, no se les dio una razón concluyente de por qué el cuerpo del niño simplemente “se apagó”.
“Pude oír, ver y comprender todo lo que me rodeaba, pero no tenía absolutamente ningún poder ni control sobre nada”, recordó. “Para mí, ese sentimiento de completa y absoluta impotencia es probablemente el peor sentimiento que he experimentado, y espero no tener que volver a experimentarlo nunca más. Es como si no existieras, cada cosa en tu vida es decidida por alguien”.
“Todo, desde la ropa que usas, hasta lo que comes y bebes, incluso si comes o bebes, hasta dónde estarás mañana o la próxima semana, y no hay nada que puedas hacer al respecto”, agregó.
Debido a su estado, ninguno de sus familiares ni tampoco los médicos se dieron cuenta de que el hombre había recuperado la conciencia y observaba todo lo que le rodeaba.
Martin explicó que, en un intento por “mantener la cordura”, solía utilizar su imaginación: “Me imaginaba todo tipo de cosas, como ser muy pequeño y subirme a una nave espacial y volar lejos. O que mi silla de ruedas se transformaría mágicamente en un vehículo volador”.
“A veces observaba cómo se movían las cosas, ya fuera cómo se movía la luz del sol a lo largo del día. O veía insectos de algún tipo que se escabullían, pero, en realidad, vivía en mi mente hasta el punto en que a veces no me daba cuenta del mundo que me rodeaba”, añadió.
Tras la inquietante revelación, sus padres invirtieron en una computadora precargada con un software de comunicación, similar a la tecnología utilizada por el difunto físico teórico Stephen Hawking, para poder hablar con él.
Pistorius seleccionaría letras, palabras o símbolos en el dispositivo por medio de una banda atada a su cabeza que haría de ratón de computadora.
Gracias a que aprendió a comunicarse, su vida cambió radicalmente: empezó a trabajar en el lugar donde estuvo internado y conoció al amor de su vida, Joanna. En 2009 se casaron.
En 2018 dieron la bienvenida a su hijo Sebastian Albert Pistorius. En la actualidad, Martin se dedica a compartir su vida diaria a través de su cuenta de Instagram.