La falta de cultura vial y hasta cierto punto la irresponsabilidad y la pereza de los hondureños los continua exponiendo al cruzar las calles y bulevares de la ciudades.
Cientos de hondureños pierden la vida al año por no hacer uso de los puentes peatonales muchas veces por pereza y otras por temor a ser asaltados por mal vivientes que operan en estos pasos.
Pese a que los puentes son construidos para evitar mas muertes y a petición de las comunidades al final estas obras no quedan mas que de centro de operación de delincuentes o de sanitario y dormitorio de indigentes.ER