La situación dentro del Hospital Escuela ha llegado a niveles alarmantes de precariedad, según constató un reciente recorrido realizado por HCH.
Uno de los puntos más críticos es el estado de las cocinas, que se encuentran completamente desabastecidas y en condiciones insalubres. Utensilios deteriorados, superficies sucias y la falta de insumos básicos reflejan un abandono preocupante en un área vital para la atención de los pacientes, donde algunos denunciaron que ni siquiera les han cambiado las ollas durante ya varios años.
Otro de los hallazgos que más llamó la atención fue la falta total de lavadoras industriales para el manejo de la ropa hospitalaria. En lugar de contar con un sistema adecuado para garantizar la limpieza y desinfección de sábanas, batas y otros materiales, donde el personal debe ingeniárselas con procesos improvisados que no cumplen con estándares sanitarios mínimos, teniendo que bañar a los pacientes sobre las mismas camillas, arriesgándolos a contraer infecciones.