Más de 55,000 hondureños que residen en Estados Unidos bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS) se encuentran en una situación de incertidumbre, ya que la administración del presidente Donald Trump deberá emitir una decisión sobre la renovación de este programa.
El TPS, que otorga permisos temporales de trabajo y residencia legal a ciudadanos de países afectados por desastres naturales u otras crisis, ha sido extendido en el pasado, pero su futuro bajo la actual administración es incierto.
La falta de claridad sobre el futuro del TPS genera preocupación entre los beneficiarios, quienes temen enfrentar posibles deportaciones o la pérdida de sus empleos en caso de que no se renueve el programa.
Organizaciones pro inmigrantes han expresado su preocupación por las políticas migratorias de la administración Trump, que buscan limitar o eliminar programas como el TPS, lo que incrementa la incertidumbre y el miedo entre la comunidad migrante.