La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de suspender la ayuda que ha venido brindando a muchos países la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), afectará a instituciones gubernamentales y no gubernamentales de Honduras.
«Un proyecto que teníamos previsto iniciar en marzo de este año, ha quedado suspendido porque sería ejecutado con fondos de la USAID», dijo a EFE una fuente del Instituto de Conservación Forestal (ICF).
Agregó que el proyecto, del que no quiso precisar detalles, porque no está autorizado, «de momento queda en suspenso» y que quizá sea desarrollado «con ayuda que pueda brindar otro organismo de cooperación como la Unión Europea».
La semana pasada, el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, indicó que la suspensión de la ayuda de la USAID no es preocupación para el Gobierno que preside Xiomara Castro, porque la mayor parte de los recursos los reciben organizaciones no gubernamentales (ONG) y del sector privado.
Reina subrayó que algunas ONG que reciben ayuda de la USAID son críticas del Gobierno de Xiomara Castro y serán las más afectadas con la decisión anunciada por Trump.
La coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH), Elsy Reyes, señaló en un comunicado que uno de los sectores afectados con la cancelación de la ayuda de la USAID es el de «las víctimas de desplazamiento forzado interno».
Sectores vulnerables pierden asistencia humanitaria
La cancelación de los programas y proyectos financiados por la USAID «traerá una serie de repercusiones a los sectores más vulnerables en Honduras, al no continuar recibiendo la asistencia humanitaria derivada de los mismos», subrayó Reyes.
Según Reyes, entre los sectores en condición de vulnerabilidad afectados estarían los niños, las mujeres, personas migrantes retornadas y grupos de la comunidad LGTBIQ+.
Además, hay algunos programas de la USAID que, a través de algunas organizaciones, estaban apoyando a personas víctimas de violencia o en riesgo, que habían salido huyendo por temas de desplazamiento forzado.
Reyes también señaló que las repercusiones serían altas, porque en el país hay muy pocos programas que apoyan directamente a las comunidades, en particular a las personas en condición de vulnerabilidad.
En 2023 la ayuda de la USAID a Honduras fue de unos 144 millones de dólares, cifra que en 2024 al parecer se redujo a menos de 100 millones.