La muerte de Ingris Liliana Rodríguez Calero, agente de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), hallada sin vida en su casa en Tegucigalpa, deja más preguntas que respuestas, preliminarmente se manejó como suicidio; sin embargo, signos de violencia en su cuerpo abrieron una nueva línea de investigación por homicidio.
Los nuevos detalles se desprenden tras el levantamiento del cadáver en el que se detectaron marcas en el cuerpo de la mujer originaria de Teupasenti, El Paraíso.
El mismo secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez informó que se encontraron rastros de violencia, aunque no especificó cuáles, ni en qué zonas del cuerpo.
Además, en otra de las hipótesis cobra relevancia la pareja sentimental de la agente quien, de acuerdo con la información, también es un efectivo de la DPI.
Trascendió, que luego del hecho el hombre huyó hacia la zona Sur del país (aunque esta versión no ha sido confirmada).
Vivía entre fiestas y bebidas
Los vecinos de la oficial revelan que siempre estaba rodeada de sus compañeros, incluso, su apartamento era punto de encuentro donde solían realizar fiestas en las que no faltaban las bebidas alcohólicas.
Para esclarecer todo lo relacionado con la misteriosa muerte, autoridades mantendrán las investigaciones y, además, se espera el dictamen forense que determinará la causa de su deceso.
Entre tanto, el dolor y la consternación invaden a familiares y amistades de la agente, quienes han dejado sus muestras de pesar en redes sociales. “¡Que pesar! Paz y resignación cristiana para toda su familia en estos momentos difíciles… Dios le ayude Ami gran amigo mis más sentido pésame
… No lo puedo creer compañera. te adelantaste compañera. Dios le tenga en un mejor lugar”, son algunos de los mensajes que resaltan en las redes.