Unos investigadores han redescubierto en la selva de Makira, en Madagascar, al milpiés gigante Spirostreptus sculptus, el cual no había sido observado desde hace décadas. Esta especie es conocida por su tamaño impresionante, llegando a medir hasta 30 centímetros de longitud.
El Spirostreptus sculptus pertenece a un grupo de milpiés conocidos por su capacidad para enrolarse en una espiral defensiva cuando se sienten amenazados. Su tamaño y la cantidad de patas (conocido por tener hasta 750 en algunas especies) lo hacen un espécimen fascinante para los entomólogos.
El hallazgo se realizó durante una expedición dedicada a estudiar la biodiversidad de la región, destacando la importancia de la conservación de su hábitat. La selva de Makira es uno de los puntos calientes de biodiversidad del planeta, pero está amenazada por la deforestación y otras actividades humanas.
Este hallazgo fue resultado de los esfuerzos del proyecto Re:wild, financiado por el laboratorio contra la extinción Colossal. El proyecto, que busca redescubrir especies que no se han registrado en estudios científicos pero que aún pueden existir en la naturaleza, envió a un grupo de investigadores, entomólogos y guías de senderos a la selva de Makira con la misión de encontrar hasta 30 especies “perdidas”, incluyendo tres mamíferos, tres peces, siete reptiles, 12 insectos y cinco arañas.
Según un comunicado de prensa del 17 de julio, los investigadores exploraron la selva durante cinco días, y con ayuda de guías y pescadores locales, lograron identificar tres especies de peces, entre ellos el pez arcoíris de Makira, que presentaba “escamas iridiscentes y reflejos rojos”. Además, el equipo redescubrió varias especies de insectos, algunas de ellas no previstas en la lista inicial de búsqueda.
Si bien los investigadores disponían de una lista de 30 especies que esperaban encontrar, sin dudas uno de los hallazgos más impresionantes que obtuvieron fue el del milpiés gigante Spirostreptus sculptus, una especie que solo se conoció a través de un espécimen descrito en 1897. Dmitry Telnov, el entomólogo del equipo, expresó su asombro al descubrir una hembra de esta especie que medía 27 centímetros de longitud, destacando la rareza y tamaño del invertebrado.
Pese a los éxitos alcanzados, no todas las especies buscadas fueron redescubiertas. Algunas especies como el lémur de Masoala con marca de tenedor, visto por última vez en 2004, y un tipo de camaleón desaparecido desde 2006, no pudieron ser localizadas. Asimismo, los intentos de encontrar la tetraka oscura, un ave redescubierta en otra expedición en diciembre de 2022, resultaron infructuosos.