Los disturbios, los peores en Dublín, Irlanda en años, tuvieron lugar después de un ataque con cuchillo en el que una niña de cinco años y una mujer joven resultaron gravemente heridas.
Otros dos niños y un adulto, que en principio es el atacante, también fueron llevados al hospital después del incidente. La policía lo califica de incidente aislado y descarta cualquier móvil terrorista.
El caso podría haber terminado ahí, pero rápidamente se difundió información en las redes sociales sobre el origen del presunto agresor. La prensa afirmó que se trataba de un hombre nacionalizado que llevaba veinte años viviendo en Irlanda. Al final del día, cientos de manifestantes se concentraron en el centro de Dublín y se produjeron incidentes en una zona donde viven muchos inmigrantes.
Durante estos incidentes, los primeros de este tipo desde hace varios años, en los que participaron centenares de personas, se agitaron pancartas de «Irish Lives Matter» (las vidas de los irlandeses importan) y banderas irlandesas, observó un periodista de la AFP. La policía habló de una «facción de hooligans locos… movidos por la ideología de extrema derecha».
“Enfrentado a una crisis de vivienda, el país ha visto desarrollarse, bajo la influencia de figuras de extrema derecha, un discurso antiinmigración según el cual «Irlanda está llena», informa la agencia France Presse.
Las imágenes que circulan en los medios de comunicación y en las redes sociales los muestran prendiendo fuego a un coche de policía y a un autobús. Varias tiendas fueron saqueadas, se rompieron escaparates y los alborotadores lanzaron proyectiles contra la policía.
«No vamos a tolerar que un pequeño número de personas utilicen unos sucesos atroces para sembrar la división», declaró la ministra de Justicia, Helen McEntee. El jefe de policía habló de salvajismo gratuito, pero no se registraron heridos graves.