Si vamos a herirnos el corazón, que sea con la letra y los ritmos de Adela Carmín. La cantautora nos espera este sábado en el Café Íntimo de La Chifurnia.
En un país en el que te cobran casi todo, el concierto será gratis, es decir, no tendrás que poner un peso para pasarla bien. Parece mentira, pero es verdad.
Hora: 4 de la tarde, lo que significa que no tenés que lidiar con el tráfico.
Lugar: Café La Estancia, Hotel Clarion.
Aunque nació en Colombia, Adela vive desde hace cuarenta años en Honduras, país del que no se ha ido por dos razones: porque no ha querido y porque no la hemos dejado ir.
Mientras afina la voz, Adela nos anticipa que “De este concierto podemos esperar muchas emociones a través de la música. Viajaremos con los recuerdos con canciones que nos llevarán al pasado sin despegar los pies del presente. Cantaré mis canciones más conocidas, pero también varias inéditas”.
En su viaje a ese pasado, Adela nos cuenta que tocó una guitarra de juguete antes de caminar y que en su casa siempre hubo música.
“Recuerdo las fiestas de mi hermano, los LP de mi padre y las reuniones de cuerdas de mi madre”, dice.
Después, con la influencia de Violeta Parra, Víctor Heredia, Mercedes Sosa y Rosana Arbelo, formó un exquisito repertorio.
“Inicié con los bolero y la trova, pero ya de adulta he ido incursionando en nuevos géneros”, nos cuenta.
El resultado —agrega— es una fusión suave expresada en el pop.
—Si pudieras pegarle un guitarrazo en la cabeza a alguien o algo, ¿a quién sería? —le preguntamos a Adela.
—Me lo daría a mí misma por no haber sabido buscar y defender mi identidad artística; aún taladran en mi mente frases que no me dejan liberar fuerza y mi expresión musical. Por eso busco día a día romper la estructura de la cajita y estallar con todos mis sentidos y mi fuerza interpretativa.
¿Qué estás esperando, Adela? ¡Este sábado es una bella oportunidad para hacernos estallar con tu música!