Una explosión de unos chimbos de gas en el mayoreo del Estadio, cambió la vida de un grupo de hondureños que sobrevivieron al incendio.
Ese día se desató un infierno que sigue presente en la vida de estos compatriotas que hoy ante el Ministerio Público exigen justicia.
Sus cuerpos todavía reflejan las marcas de las quemaduras.