Una nueva ruta de transporte es víctima del terror que siembran las maras y pandillas en el territorio hondureño, y es que los transportistas de buses rapiditos de la ruta Hato-La Puma-Robles-Centro en Tegucigalpa recibieron un nuevo celular donde deben comunicarse con antisociales para acordar el pago del “Impuesto de guerra”.
Los operadores del transporte fueron notificados que deberán pagar 20 mil lempiras semanales, pero estos comunicaron que solo pueden pagar 1,000 lempiras semanales porque ya pagan extorsión a otras pandillas.
Aquí parte de la conversación entre transportista y supuesto extorsionador:
Transportista: «Tenemos que pagar más renta, nosotros pagamos renta a otros grupos».
Extorsionador: «Lo que vamos a hacer es que vamos a cerrar esa mier… y si no la creen ya verás que pedos».
Transportista: «Solo somos ocho carros, y solo te podemos pagar mil lempiras».
Extorsionador: «Somos un grupo organizado, no creas que me disparo solo, al final siempre nos vas a pagar».