Annie Windley tenía sólo 15 años y pesaba 110 libras, aproximadamente 50 kilogramos, cuando comenzó a hacer dietas y accidentalmente comenzó a obsesionarse con su peso.
Esto llevó a la joven originaria de Derbyshire, Reino Unido, a contar cada caloría antes de comer y a eliminar los carbohidratos, carne y lácteos de su dieta.
Su obsesión por adelgazar incluso le provocaba ataques de pánico al estar en la misma habitación que un platillo como la lasaña. Annie llegó a pesar menos de 63 libras (29 kilos).
La joven se encontraba al aborde de la muerteen 2014 cuando no pudo resistir las ansias de comer un chocolate que había deseado durante toda la noche, y su vida cambió.
Windley sobrevivía con una dieta de tostadas con mermelada y, en ocasiones, una comida baja en grasas, por lo que estaba paralizada por el hambre al comerse ese chocolate.
Con el temor de haber engordado, la joven se pesó al día siguiente y se alegró al descubrir que no había subido ni un gramo, lo que la animó a seguir comiendo.
En ese momento, Annie llevaba cinco añoslidiando con el terrible trastorno alimenticio, el cual hace que los pacientes restrinjan la comida al extremo y no paren, pese a bajar peligrosamente de peso.
Los pacientes con anorexia también suelen vomitar después de comer, ejercitarse exageradamente o usar indebidamente medicamentos como laxantes, diuréticos, enemas y suplementos dietéticos.
«Mi trastorno alimenticio no sólo detuvo mi educación, mis relaciones y mis aspiraciones, sino que también me impidió vivir una vida de adolescente feliz que todo el mundo merece”, afirmó la joven.
Ahora Annie lleva una vida normal al lado de su novio Steve Wood. La joven, ahora de de 21 años, tiene un peso saludable, una dieta balanceada y el ejercicio también forma parte de su rutina.
