Cansancio, dolor, calambres musculares o pesadez e hinchazón en las piernas son algunos de los síntomas de las piernas cansadas. Un síndrome que entre el 20 y el 30 por ciento de la población adulta sufre alguna vez y que aparece por diversos factores, como la dificultad del retorno venoso y linfático de las piernas o el sedentarismo.
“Es más frecuente en mujeres, personas obesas, de hábitos sedentarios o que pasan mucho tiempo de pie. También es más común que aparezca en personas con varices en los miembros inferiores y con trastornos cardiovasculares, sobre todo hipertensión y diabetes”, explica Fernando León, del grupo de enfermedades reumatológicas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFyC), quien señala que otros factores que intervienen en la aparición de las piernas cansadas es estar embarazada, el tipo de alimentación o tomar medicamentos antagonistas del calcio. Sin embargo, el experto insiste en que los más importantes son la obesidad y estar de pie de forma prolongada.
Prevención y recomendaciones
Aunque las piernas cansadas no son un riesgo para la salud, sí limitan la calidad de vida y disminuye la actividad física que realiza la persona que las sufre, lo que puede suponer un empeoramiento de los síntomas y favorece la aparición de varices y lesiones cutáneas, incluso úlceras, tal y como señala León.
El especialista destaca algunas pautas para prevenir la aparición:
- Mantenga su peso dentro de los límites normales en función de su talla y complexión. Respecto a su alimentación, evite las dietas hipercalóricas y saladas. «Comer sin sal mejora la circulación periférica porque evita la retención de líquidos», matiza.
- Haga ejercicio aeróbico regularmente. “La piscina, la elíptica y la bicicleta sin resistencia son buenas opciones”, recomienda León. Además, ejercicios de suelo, como el pilates y el yoga, también son útiles. Entre las actividades que hay que evitardestaca los ejercicios con pesas en las piernas.
- Procure no estar de pie mucho tiempo y menos aún con tacones altos. Sin embargo, un poco de tacón puede ser beneficioso.
- No utilice prendas apretadas en la cintura y calcetines con una goma prieta. Opte por medias elásticas de compresión progresiva, entre compresión normal y ligera.
- Ponga las piernas en alto cuando esté sentado.
- Mantenga controlada su tensión arterial.
Aunque estas medidas pueden ayudar a prevenir las piernas cansadas, ¿qué pasa cuando este síndrome ya está presente? ¿Hay alguna forma de aliviar los síntomas? León aconseja seguir estas seis pautas para mejorar la situación:
- Túmbese y ponga las piernas en alto. Al hacer esto favorecemos la circulación de las extremidades.
- Al menos una vez al día, por la noche, dese un baño de agua fría en las piernas (con la ducha tipo teléfono).
- Busque a alguien que pueda darle un masaje, de distal a proximal, con un aceite o crema corporal.
- “Existen algunas medicinas, de utilidad controvertida, llamadas genéricamente venotónicos, que podrían ayudar”, añade.
- También puede utilizar un diurético suave o un analgésico como el paracetamol de vez en cuando.
- Por último, el experto señala que algunos preparados de herbolario podrían ser útiles.
Cortesía: cuidateplus.com