La ciudadana venezolana Graciela Cifuentes y su hija Sol, estudiante de arquitectura de la UNAM de 22 años, fueron cruelmente asesinadas en su residencia en la delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México la noche del 15 de marzo. Ahora Clelia Cifuentes, hermana de Graciela, exige una investigación junto con otros familiares.
En una carta enviada recientemente a la organización Feminicidio Activismo Cleila constató que a la joven Sol «la violaron, la acuchillaron, la estrangularon y después quemaron la casa para no dejar rastros», recoge sus palabras El Nuevo Herald. Graciela sufrió las mismas torturas, «además de mirar cómo acababan con su niña», relató Clelia.
Graciela Cifuentes daba clases de fotografía arquitectónica en la UNAM, y su hija estudiaba ahí arquitectura. La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México aseguró que las autoridades se encargan del caso y tratan de encontrar a los agresores para llevarlos ante la justicia.