El gobierno surcoreano quiere acabar con las interminables jornadas y forzar a los empleados públicos a salir a su hora
El Ayuntamiento de Seúl, la capital de Corea del Sur, comenzará a luchar con la “cultura del trabajo en horas extra” apagando los ordenadores de las oficinas de sus funcionarios los viernes a las 19 horas.
El plan no será inmediato y contará con una implementación gradual que comenzará con un apagón informático generalizado a las 20 horas el último viernes de marzo, seguido de varias semanas a las 19h30 y será establecido a su hora definitiva en mayo. El gobierno de Seúl anunció que tomará en cuenta medidas excepcionales en casos concretos y especiales.
Los ordenadores se apagarán automáticamente a las 19 horas todos los viernes
Los funcionarios surcoreanos trabajan, según las estadísticas nacionales, 2.739 horas al año, unas 52 a la semana y un 22% más que la media del resto de empleados del país que actualmente se sitúan en unas 40 horas semanales, contando empleos a tiempo parcial. Con sus 2.271 horas, el coreano medio está en el trabajo 575 horas más al año que un español medio, un 35% más.
Los efectos del exceso de horas trabajadas al día está en la picota de la política coreana recientemente. El gobierno del progresista Moon Jae-in aprobó una medida parlamentaria a principios de marzo que reducía el máximo de horas que un empleado administrativo podía trabajar de 68 horas semanales a 52.
Los funcionarios de Corea del Sur trabajan 1.000 horas al año más que los del resto de países de la OCDE
Las medidas llegan tras un informe sobre el estado del empleo en las oficinas del funcionariado surcoreano que indicaba que la media de horas extra trabajadas al mes por cada uno de los empleados públicos del país era de más de 70 horas. Pero las medidas de momento tardarán un tiempo en tener efecto, el 67% de los funcionarios del gobierno metropolitano de Seúl ha pedido una excepción y no participar en este programa.
El gobierno japonés tomó medidas similares durante 2017 para limitar a 100 el máximo de horas extra trabajadas al mes. La epidemia de “karoshi” (muertes por exceso de trabajo), está particularmente arraigado en Japón. En 2015, más de 2.159 personas se suicidaron en el país por causas relacionadas con su número de horas trabajadas, según datos ofrecidos por el Ministerio de Trabajo japonés.
Otros países como Francia o Alemania han optado por tomar medidas para atajar la presión de tener que estar disponibles fuera de su horario laboral. Varias fuerzas sindicales y patronales francesas acordaron en 2014 que los trabajadores deberán apagar el móvil y el ordenador del trabajo durante once horas y, por tanto, tendrán el derecho de ignorar los correos electrónicos de trabajo que se envíen fuera de horas de oficina.
Cortesía: lavanguardia.com