Polémica hasta en la sepultura, el cuerpo de la actriz mexicana María Félix será exhumado e investigado para determinar, con precisión, la causa de su muerte. La decisión es consecuencia de la demanda presentada por su hermano menor, Benjamín Félix, contra los términos del testamento, informó el fiscal de Ciudad de México, Bernardo Bátiz. La Doña, falleció el pasado ocho de abril a los 88 años, mientras dormía, y el nueve de agosto su hermano protestó un testamento que le ignora. Pudieron haberle suministrado medicamentos 'para someter su voluntad o dañar su salud', declaró.
La fortuna consiste en un piso y dos chalés, con costoso mobiliario, joyería, obras de arte y pinturas, entre ellas retratos de la diva pintados por relevantes artistas, y cuentas bancarias con varios miles de dólares. Las filtraciones del testamento, no difundido públicamente, señalan a un joven empleado de la difunta, Luis Martínez de Anda, como su principal beneficiario. La demanda de nulidad menciona 'por la actitud sospechosa de las personas que estuvieron cerca de la señora el día de su muerte y que no quieren decir que sucedió', dijo uno de los abogados. 'Una mafia muy poderosa', agregó el hermano litigante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de agosto de 2002