Ante la maravillosa llegada de un nuevo año, una de las metas frecuentes en las personas es ahorrar más dinero que en el año anterior. De hecho, una economía doméstica sana es aquella en la que se gasta menos dinero del que se produce. Para esto, es necesario una planificación adecuada además de manejar los gastos con responsabilidad.
Sin embargo, es bueno saber que existen ciertos métodos de ahorro o estrategias que podemos aplicar en nuestra rutina diaria, de manera que controlemos nuestros egresos, lo que derivará en mayores saldos positivos a finales de mes. Y por qué no, del año también. Los repasaremos a continuación:
Método japonés: Kakebo
Se trata de un libro tradicional de contabilidad, con una estructura que permite llevar los cálculos con facilidad. Es ideal para saber cuánto, cómo y en qué se gasta mensualmente. Para que funcione requiere mucha constancia, y anotar todos los ingresos y gastos de todo tipo, sin importar la magnitud del monto. Cada punto debe tener un concepto en cuestión. De esa manera, a final de mes sabremos en qué se ha ido el dinero y cuáles gastos se pueden evitar. Así ahorraremos de forma estratégica.
Reto de ahorro durante 52 semanas
Se trata de una estrategia muy famosa. Su teoría es muy sencilla, el reto se encuentra en la práctica. Funciona de la siguiente manera: hay ahorrar durante 52 semanas de manera progresiva. La primera semana será 1 euros, la segunda 2, y así consecutivamente hasta que alcancemos los 52 euros. También se puede aplicar de manera inversa.
Estrategia de Harv Eker
T. Harv Eker propone dividir los ingresos de la siguiente manera:
- Para donativos: 5%.
- Para invertir en recreación y caprichos: 10%.
- Inversiones futuras: 10%.
- Formación profesional o desarrollo personal: 10%.
- Para ahorro únicamente: 10%.
- Para gastos fijos y necesidades básicas: 55%.
Así, ahorrar ya no será un recordatorio diario, sino que se tratará de un plan bien estructurado y planificado mensualmente.
Plan de los sobres
Se trata de una estrategia muy vieja y eficaz. Para aplicarla, es necesario determinar las categorías en las que mensualmente se gasta dinero. Por ejemplo: comida, viajes, gastos domésticos, etcétera. El dinero destinado a cada categoría se debe colocar dentro del sobre respectivo. A final de mes se guardará lo que haya sobrado de cada uno de los sobre en otro que pertenecerá a la categoría ahorro. De esa manera, sabrás que no has gastado más de la cuenta y podrás mejorar tu planificación mensual.
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