Desde hace años los ingenieros vienen trabajando en robots que perfeccionan cada vez más. Muchos jóvenes se han obsesionado con este tipo de tecnología, cada día se conocen nuevos prototipos y más avances que hacen pensar en un futuro lleno de estas máquinas.
Existe un miedo actual en muchas partes del mundo a causa de los robots, estos están acaparando distintos puestos de trabajo que han ido apartando poco a poco a los seres humanos, dejando sin empleo a muchas personas, no hay duda alguna que con el tiempo el peligro se hace mayor.
Los empleos glamurosos corren un peligro mayor a causa de los robots
Es increíble como los empleos de mayor glamour son los que corren peligro, en países ya existen robots que asisten a los médicos en cuanto a una operación, apartando a varias personas de los quirófanos, pues un robot está programado para realizar el trabajo de hasta 5 médicos al momento de una intervención quirúrgica.
De igual forma surge con los pilotos, las grandes empresas de aeronáutica están desarrollando prototipos que para el futuro van a apartar a los pilotos de las aeronaves. Los diferentes sucesos que han surgido por problemas mentales de algunos pilotos que se han suicidado con los aviones que piloteaban ha acelerado este avance, si ya se conocía el piloto automático, ahora en pocos años veremos los aviones sin pilotos viajando a todos los rincones del planeta.
Otros puestos que se han visto perjudicados son los de asesoría bancaria, Black Rock, una empresa de planificación financiera más reconocida en el mundo ha reemplazado a sus asesores con robots que pueden darle consejos a sus clientes, decirles cuál es el mejor momento para invertir y ayudarlos a tomar las decisiones correctas con respecto a su dinero. No hay duda que esto es una muestra clara del peligro que existe en los trabajos actuales.
La ventaja según Albert Wenger
Un conferencista muy conocido como lo es Albert Wenger, encuentra algo positivo en esta nueva ola de robots, para él esto significa una avance para la humanidad, porque libera a los seres humanos de compromisos y trabajos pesados, trabajos que según sus conceptos no están hechos para que las personas los disfruten.
Lo que sucedería, según Wenger, es que las personas en el futuro podrán dedicarse a actividades más provechosas como bailarines, investigadores, científicos, entre otros, trabajos que por más que la ciencia lo desee no puede ser ocupado por robots.
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