La posibilidad de consumir alimentos sanos, frescos y orgánicos es uno de los tantos beneficios que aporta la construcción de un huerto en casa. Eso sin contar la satisfacción que brinda el hecho de poder recoger y usar los productos que se han cultivado con manos propias.
Si siempre has soñado con sembrar hierbas, verduras y hortalizas, este el momento de hacerlo realidad. No hay limitaciones que valgan. Con estos consejos podrás obtener los mejores resultados. Sólo Planifica y actúa.
Pasos esenciales para montar un huerto en casa
Si tienes hijos aprovecha su ayuda para montar un huerto en casa. A la mayoría de los niños les encanta unirse a la tarea, pues juegan con tierra, aprenden sobre cosechas y valoran el cuidado de la naturaleza. Piensa en utilidad y haz un plan de acción tomando en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Ubicación del huerto. Lo más importante es elegir un sitio en el que tus plantas puedan desarrollarse completamente. Lo ideal es que sea uno que le permita recibir los rayos del sol. Se estima que para que crezcan adecuadamente, buena parte de las especies vegetales requieren unas seis horas de luz natural, así que piensa en ello antes de decidir dónde las sembrarás. Evita la sobreexposición, puesto que el exceso de sol podría dañar sus hojas.
- Selección de variedades. Hay muchos vegetales que se pueden cultivar en un huerto casero. Algunas de las opciones sugeridas son tomates, zanahorias, pimientos, espinacas, guisantes, lechugas, cebollas tiernas y rábanos. Si te inclinas por un huerto de interior, prefiere las especies pequeñas, así podrás colocar tu huerto en las paredes, en la terraza o en un rincón de la cocina. No desestimes las hierbas aromáticas como albahaca u orégano. Le darán un olor exquisito a la estancia.
- Elección de las macetas. Al diseñar un huerto debes seleccionar muy bien los recipientes donde se colocarán las plantas. Lo conveniente es que sean macetas con agujeros para que el drenaje funcione correctamente. Asegúrate de que sean profundas para que las raíces se formen como es debido. Los especialistas sugieren una media de entre 7 y 15 centímetros, pues albergan infinitas especies.
- Asegurar los nutrientes. Ninguna planta se dará bien si no se le proporcionas nutrientes. De allí que es fundamental la elección de una buena tierra, con diversos tipos de sustratos y abonos. Esto ayudará a cubrir necesidades específicas y a evitar la aparición de enfermedades. La tierra que se adquiere debe simular las condiciones del hábitat natural de la planta, permitiendo la entrada de oxígeno para que se concentre la humedad.
- Modo de siembra. Para multiplicar las plantas de los huertos se puede recurrir a las semillas o brotes, siendo éstos últimos los más fáciles de emplear. El proceso es muy simple. Basta con abrir un hoyo grande, presionar el sustrato alrededor de la planta y regar, preferiblemente con una regadera.
- Riego. Es bien sabido que sin agua ningún ser vivo puede mantenerse, pero si algo debes tomar en cuenta, es que no todas las plantas requieren del mismo riego. La cantidad de agua y la manera en la que se proporciona, varía según el tipo de planta. Mientras a unas les basta con un simple rocío, otras necesitarán abundancia de líquido en las raíces. Una buena estrategia para llevar el control, es instalar un sistema de goteo. Es preciso además que te asesores con un experto sobre las épocas del año en la que tus plantas requerirán de menor o mayor proporción de agua, pues ésto suele cambiar dependiendo de la temperatura y la humedad del ambiente.
- Fertilización. Los productos que poseen concentraciones de nitrógeno, potasio y fósforo (abonos NPK), favorecen a las flores y a los vegetales. Debes garantizar que estos tres componentes lleguen a las plantas del huerto, pues constituyen su alimento para un mejor desarrollo. El carbono tampoco puede faltar, aunque éste se halla principalmente en el aire.
- Plagas. En todo momento debes estar atento a la aparición de plagas que puedan dañar tus plantas. Los pulgones y parásitos son los más comunes, así que intenta buscar insecticidas capaces de combatirlos. Hay plantas que, por sí solas los repelen. Ejemplo de ellas son las cebollas, los ajos, el cilantro, la lavanda y la menta,
Asegura el rendimiento de la cosecha
Una vez logrado el huerto en casa, sólo debes preocuparte por cuidarlo y asegurar su máximo rendimiento. Diversifica el cultivo y escala las cosechas, siempre pensando en tus propias necesidades de consumo. Si es poca tu demanda, piensa más en variedad que en cantidad.
Puedes intercalar filas de plantas de crecimiento rápido, con otras de desarrollo lento, así siempre tendrás espacio disponible para aquellas que lo requieran.
Si montaste el huerto en el jardín, puedes emplear vallas o cercas para proteger y soportar las plantas trepadoras. Retira las malas hierbas. Eso le dará vida a tu huerto.