La reina de las recetas: la tortilla de patata

¿Te gusta la tortilla de patata? Es el plato español, con reconocimiento internacional, típico por excelencia. Pero, ¿sabrías cocinarlo?

Spanish omelette with potato and egg, accompanied by olive oil

A todo el mundo le encanta tomar tortilla de patata, pero no todo el mundo sabe cómo hacerla, sobre todo entre los más jóvenes. Por eso hoy te voy a indicar como cocinar este plato español tan típico e internacional (es el plato más conocido por los turistas junto con la paella), que puedes encontrar en cualquier bar o restaurante de tu localidad.

La tortilla tiene multitud de variantes, esta delicia gastronómica aparece ya documentada en el siglo XVI. Aquí te voy a indicar el método universal, el más común a todas, el básico, y otras dos formas curiosas que llaman la atención: la tortilla que hacen en Betanzos y la tortilla en salsa.

Cómo hacer la tortilla de patata más común

Patatas, huevos, aceite de oliva, sal y cebolla al gusto, es todo lo que se necesita. Y una sartén, un par de platos y poco más. Practica preparando tu primera tortilla para cuatro personas.

Pon a calentar a fuego suave una sartén antiadherente, de 24 centímetros de diámetro, con un par de vasos pequeños de aceite de oliva. Si te gusta la cebolla empieza pelando una pequeña y pícala en trozos medianos sin seguir ningún criterio especial. Échala en la sartén, sazónala un poco y cúbrela con una tapa que deje salir el vapor para que se vaya haciendo.

Mientras, pela tres patatas (unos 500 gr.), las puedes partir por la mitad a lo largo y luego hacer rodajas finas de unos cuatro milímetros, pero tampoco hace falta que saques el metro. De vez en cuando échale un vistazo a la cebolla y muévela un poco con una cuchara de madera, no se te vaya a pegar.

Cuando tengas cortadas todas las patatas, sazónalas y a la sartén, mézclalas bien con la cebolla para que se impregnen de aceite, vuelve a tapar la sartén y aumenta un poco la potencia de calor pero no mucho. El tiempo de preparación dependerá de la calidad de la patata, calcula unos quince minutos, pero lo irás viendo, pues de vez en cuando conviene que las remuevas para que no se peguen, cuando veas que están doradas y reblandecidas, habrá llegado el momento de retirarlas.

En ese tiempo de espera, bate cuatro o cinco huevos tipo L, con un poco de sal, en un recipiente en el que puedas añadir también, una vez cocinadas, la cebolla y la patata, para que se empapen bien en el huevo. Al retirarlas de la sartén, escúrrelas, procura que lleven el menor aceite posible para que la tortilla no quede luego muy grasienta.

Pon otra vez la sartén al fuego con un poco del aceite que ya tenía, para que cuaje el huevo y no se queme la tortilla. Echa la mezcla de huevos, patatas y cebolla, acomódalos con la cuchara y no cubras la sartén, cuando notes que está cuajada (unos 20 segundos) lo verás por los bordes, retírala del fuego.

Ahora llega una de las partes más emocionantes del cocinado de este plato, sobre todo las primeras veces: darle la vuelta a la tortilla. Si es la primera vez, te recomiendo que lo hagas en la zona del fregadero, yo despanzurré varias, así que no te desanimes si te pasa y ponte una medalla si te sale a la primera.

Se trata de cubrir la sartén con un plato llano de mayor diámetro y darle la vuelta, apretando bien contra la sartén para que la tortilla no se escape. Luego separas la sartén y observarás que efectivamente la cara que queda ahora a la vista ya está cuajada. Deslízala con cuidado de nuevo en la sartén para que cuaje por el otro lado y enseguida la pasas ya al plato de servir sin mayor problema.

Hay platos especiales con un asa para volver la tortilla (vuelve tortillas), incluso sartenes “reversibles”, con tapadera, que ya vienen preparadas para ese fin, pero no puedo indicarte si compensa o no usarlas porque yo no las he utilizado nunca, por eso de no perder la gracia de la vuelta a la tortilla.

Si te ha quedado rica, enhorabuena, si no es así, a repetir hasta que resulte a tu gusto, pero date un poco de tiempo, no vayas a tortilla por hora.

Variante de Betanzos de la tortilla de patata

No, la variante no es la circunvalación de Betanzos, precioso pueblo de A Coruña, que posee, como una de sus especialidades culinarias, la tortilla de patatas, con concurso anual y todo. Es una tortilla poco hecha en la que se nota el huevo sin cuajar del todo, hay a quien no le gusta, pero a mí me encanta.

No resulta sencillo conseguir una tortilla así, debe tener su truquillo, pero por lo menos te puedes aproximar a su estilo. Por lo pronto no lleva cebolla, utilizan sólo patata gallega, sobre todo la variedad kennebec. Cortada más bien fina y cocinada a fuego lento.

Usan huevos locales, de esas gallinas que corretean a su antojo y comen cereales además de pienso. Son huevos que tienen bastante más yema que los normales, y además es más dura, cuesta más romperla y batirla. Si no tienes acceso a este tipo de huevos puedes optar por añadir a los normales un par de yemas sin clara. Hay que batirlos pero no excesivamente y dejar que se mezclen bien con la patata una vez cocinada, varios minutos.

Luego a la sartén bajando el fuego al mínimo, donde se deja cuajar tan sólo unos segundos por cada lado, volviendo la tortilla un par de veces en lugar de sólo una. Y a probar el resultado.

Tortilla en salsa

Esta receta es muy sencilla y es ideal para recuperar una tortilla reseca, o para preparar el plato con vistas a comerlo al día siguiente.

Se parte de una tortilla de patata gordita y bien cuajada, que puedes cortar en trozos cuadrados y regulares, o dejarla entera. Elige la opción que más te guste.

En una cazuela rehogas la cebolla, muy picada como en juliana, y una hoja de laurel en aceite de oliva; añade una cucharadita de harina, dórala, e incorpora un poco de vino blanco y un majado de ajo y perejil. Deja que se consuma el alcohol y pon un poco de agua (doble cantidad que de vino, más o menos), la sal y el colorante.

Liga un poco la salsa e incorpora la tortilla, deja que dé un hervor moviendo la cazuela en vaivén sin manipular mucho la tortilla para que quede entera. Y a servir, o guardar para el día siguiente con calentamiento previo. Que la disfrutes.

Anímate a hacer cualquiera de estas tres tortillas de patata (la más común, la de Betanzos y en salsa), el resultado será fantástico, pero recuerda que debes tener paciencia, no todo puede salir a la primera. Después de que cojas un poco de práctica con las tortillas te quedarán genial y en casa todos querrán tu tortilla de patata. Además, puedes innovar combinándola con otras salsas o haciéndola con otros ingredientes como son el chorizo o el calabacín. Ah, y no te olvides que la tortilla de patata y el pan son una perfecta combinación.

Foto: © expressiovisual

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