Ahora son ellos los inseguros
La metrosexualidad introdujo a los hombres en en campo de la estética. Hoy, la moda y la publicidad son los responsables de la inseguridad masculina.

En 1994, el periodista Mark Simpson introdujo el término 'metrosexual' en el periódico The Independent. Este nuevo tipo de hombre se adentraba en terrenos tradicionalmente asociados a las mujeres, como el campo de la estética. Los primeros años fueron los de la sorpresa y la algarabía típica del que descubre algo nuevo, pero, como ocurre con todo experimento, los efectos secundarios no tardaron en aparecer. Vivir en un mundo en el que la preocupación estética es tan importante trae consigo, irremediablemente, la inseguridad. En este marco, aparecen prescriptores heterosexuales que motivan al hombre a vivir entre dos verbos parecidos en forma, pero no en significado: comprar y comparar. Mientras que a las mujeres se nos bombardea constantemente con imágenes de la mujer 10, el hombre no había estado sometido de una forma tan severa, hasta ahora, a la hegemonía de la belleza. Veinte años después, la publicidad ha descubierto la necesidad de hacer que el hombre sienta que ser atractivo es fundamental. ¿Cómo si no iba a atraer a un nuevo cliente tan apeteciblenbsp;Las consecuencias de esta corriente ya son patentes. Los últimos datos en consumo de productos estéticos y moda muestran que los hombres luchan cada día más por acabar con una creciente inseguridad. ¿Les ha llegado a ellos la hora de sentirse insegurosnbsp;
En The myth of beauty, de Naomi Wolf, la escritora afirmaba que "la belleza es el mejor método del sistema para mantener el dominio del hombre intacto". Acorde a sus palabras, por aquel entonces (estamos hablando de 1991, cuando las operaciones de aumento de pecho se habían disparado y la moda exigía cuerpos especialmente delgados), era imposible que fueran los hombres los que se sintieran mal consigo mismos. Hablamos con el equipo de la Clínica Planas, que nos indica que la demanda de las operaciones más populares entre los hombres (blefaroplastia, liposucción, cirugía capilar y lifting) han aumentado en los últimos años en torno a un 20%. Esta tendencia, que también señalan desde el Instituto MédicoEstético, les empujó a abrir en 2009 el primer departamento especializado en medicina estética para hombres. El equipo de Hedonai nos anuncia un 17% de incremento de la demanda masculina en tratamientos de medicina estética basados en packs, es decir, tratamientos de relleno combinados con otros de toxina botulínica.

"El sector de belleza masculina está creciendo a pasos agigantados", afirma Debra Mednick, directora ejecutiva de The NPD Group. "Los hombres compran cada vez más productos para estar más atractivos". Un estudio de Mintel expone que la venta de faciales masculinos ha crecido un 20%. "Los hombres se aferran a productos estéticos de lujo", declara la analista Charlotte Libby. Los productos deluxe, de hecho, han crecido un 10% en los últimos cinco años. Las mujeres confiamos cada vez menos en la publicidad que promete resultados milagrosos para la piel, mientras que los hombres, quizás por la inocencia con la que se reciben los mensajes cuando eres primerizo, son cada vez más sensibles a ella. "Los hombres agradecen la presencia de prescriptores famosos en entornos que no conocen. Les dan seguridad, y están dispuestos a pagar más por un producto por el simple hecho de que sea anunciado por un famoso", dice Ana Rumschisky, profesora de marketing en el Instituto de Empresa. "Incluso los hombres que no son metrosexuales acceden a estos productos gracias a la presencia de deportistas", añade. "Las mujeres nos hemos incorporado más tarde al mercado laboral por motivos históricos. Del mismo modo, los hombres se están adentrando en el mercado de la estética más tarde", aclara Rumschisky.


Según una reciente encuesta de Diet Chef (un servicio de comida a domicilio para aquellos que estén a dieta), un cuarto de los hombres entre 20 y 30 años prefieren hacer el amor con las luces apagadas. Ahora el clásico "¿cariño, ¿te importa apagar la luz?" no sale necesariamente de la boca de las mujeres. La socióloga Casey Scheibling, de Concordia University, explica que el porno es una de las mayores fuentes de inseguridad para los hombres. También es el culpable del manscaping, es decir, de la depilación genital masculina.
La depilación es otra de las nuevas obsesiones de los hombres. Hablamos con la Clínica Hedonai, desde la que nos anuncian que los tratamientos de depilación láser masculina han aumentado un 13%. El estudio de Philips Tendencias actuales en depilación masculina (2013) indica que "la mayoría de los hombres españoles (88%) asegura haberse depilado o recortado el vello corporal en alguna ocasión". "Son cada vez más hombres los que acuden a la fotodepilación (IPL) para eliminar el vello o pelo no deseado, ya que les provoca gran inseguridad a la hora de mostrar su cuerpo en el gimnasio, en la playa o en sus relaciones personales", nos cuenta Sheila Lanzo, directora del departamento de Formación de No+Vello.