Las fuerzas de seguridad nigerianas luchan por contener los crecientes casos de saqueos en almacenes administrados por el gobierno en todo el país, en el último incidente de disturbios tras las protestas generalizadas dirigidas por jóvenes contra la brutalidad policial.
Las instalaciones de almacenamiento contienen toneladas de materiales de socorro, incluidos alimentos destinados a la distribución durante los bloqueos que antes se aplicaban para detener la propagación del nuevo coronavirus.
Si bien el programa de distribución se había detenido temporalmente en varios estados del país en los últimos meses, esta semana se supo que los artículos de socorro todavía estaban almacenados en algunas de estas instalaciones, así como en las casas privadas de los políticos.
La noticia enfureció a muchos en el país con el mayor número de personas que viven en pobreza extrema a nivel mundial.
“Los alimentos pertenecen a nigerianos. ¿Por qué los esconden? Esta es la maldad. ¿Cómo se esconde la comida de las personas que padecen hambre? » preguntó Ibironke Babalola, residente de Lagos, la capital comercial de Nigeria.
“Hay muchas familias que están luchando por conseguir una sola comida al día, sin embargo, tenemos comida en los almacenes que guardaban algunos políticos”, dijo el hombre de 41 años a Al Jazeera.
Decenas de miles de manifestantes pacíficos han salido a las calles de Nigeria este mes para exigir el fin de la violencia policial y otras reformas radicales.
En medio de las crecientes tensiones, esta semana los delincuentes destrozaron edificios públicos y dañaron propiedades, mientras que otros aprovecharon los disturbios para atacar los almacenes con alimentos y otros suministros.
El sábado, agentes de policía de la capital, Abuja, dispararon esporádicamente al aire y utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los residentes que se habían acercado a un almacén.
Fue un escenario diferente en la ciudad sureña de Calabar, donde las fuerzas de seguridad no pudieron detener el saqueo de las casas de los políticos locales, donde los atacantes sospechaban que se guardaban algunos de los materiales de socorro de COVID-19.
En Ilorin, en el estado central de Kwara, los agentes de seguridad enfrentaron dificultades para contener los ataques a una instalación gubernamental en los últimos días. El gobernador del estado ha declarado un toque de queda de 24 horas para evitar una mayor escalada de violencia.
Las autoridades del estado de Adamawa, en el noreste del país, también impusieron el domingo un toque de queda las 24 horas después de que saqueadores atacaran un gran almacén de alimentos.
