El día de la Virgen de Guadalupe, conocida también como la patrona de México, La morenita o Madre de las Américas, se celebra cada 12 de diciembre y tiene su origen en 1531.
En esta fecha se recuerda la aparición de esta advocación mariana a un indígena chichimeca, llamado Juan Diego Cuauhtlatoatzin, en el cerro del Tepeyac, ubicado al norte de la Ciudad de México. De acuerdo con la historia, la imagen de la Virgen de Guadalupe quedó impresa en el manto que este llevaba y se conserva hasta hoy en la basílica construida en su honor.
“No se entristezca tu corazón… ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”, fueron las palabras con las que la Virgen de Guadalupe, reconocida como la madre que consuela y anima, alentó al afligido Juan Diego y recuerdan hoy día los fieles, quienes celebran elevando una oración y muchos haciendo peregrinaciones hacia la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México.
Tanto allí como en distintas partes del mundo, la imagen de la Virgen de Guadalupe es venerada con grandísima vocación y a ella se le atribuyen cientos de milagros. El indígena Juan Diego fue canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II, en el Cerro del Tepeyac, a cuyos pies se ubica actualmente la basílica.PUBLICIDAD
En este día de la Virgen de Guadalupe recordamos que el papa Pio X la proclamó como ‘Patrona de toda la América Latina’, Pio XI la llamó ‘patrona de todas las Américas’, Pio XII ‘Emperatriz de las Américas’ y Juan XXIII ‘La Misionera Celeste del Nuevo Mundo’ y ‘la Madre de las Américas’.
Peregrinos en la basílica de la Virgen de Guadalupe
Hace unos días, la Arquidiócesis de México recordó que para este 2022 la Basílica de Guadalupe estaba lista para recibir a todas las personas que deseen peregrinar al recinto y avisó que contemplaba un «récord histórico» de peregrinos en los festejos para el día de la Virgen de Guadalupe.
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Según estimaciones, este año en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México se espera un récord de más de 10,5 millones de visitantes.
Las autoridades eclesiásticas pidieron a los visitantes respetar los espacios públicos y tomar las medidas de seguridad necesarias para llegar bien a su destino, esto ante los riesgos que suele correr especialmente las peregrinaciones que viajen a pie o en autobuses.
