El video muestra al hombre de pie junto al cantante y a los músicos que interpretan una canción local para expresar la felicidad que sentía el protagonista tras haberle dado fin a su matrimonio.
El amor es la base y el motor de una relación, pero también lo son la responsabilidad, el compromiso y seriedad para salir adelante con el proyecto de vida que comparten, lo que implica definir prioridades y estilos de vida que sean compatibles con ambos. De lo contrario, lo mejor sería una separación temporal o incluso un divorcio.
Al momento de decir sus votos, ningún matrimonio quiere llegar a las instancias duras y difíciles que guían hacia el divorcio. Sin embargo, hay ocasiones en que la relación se vuelve tan tormentosa que lo mejor es darle fin para comenzar un nuevo capítulo y seguir con la vida.
Y aunque un divorcio suele ser visto como algo triste y lamentable, la verdad es que hay gente que los celebra con la misma felicidad de una boda o un cumpleaños.
Así lo demostró un hombre de mexicano que fue hasta la oficina del Registro Civil para hacer oficial su divorcio, y en lugar de estar triste o frustrado, estaba tan feliz que llevó a una banda con él.
Un momento que quedó grabado en video y ha sido compartido en las redes sociales, recibiendo muchas visitas en total.
Como se puede ver en el registro los músicos se encargaron de interpretar una canción popular local, con una tuba, una guitarra y por supuesto que también un cantante, mientras el hombre permanecía de pie a su lado con el documento en su mano.
Si bien no se conoce la identidad del hombre ni los motivos de su divorcio, solo se puede notar que es algo que llevaba deseando un tiempo, lo cual no ha pasado desapercibido para los usuarios. “Eso es puro dolor aunque quiera demostrar otra cosa“, “Sin miedo al éxito“, “Ya me vi recibiendo mi acta de divorcio. Buenas ideas, eh”, “¿Tan mal le fue, oiga?“, “Cada quien festeja como lo sienta y él, o la que no sienta nada, pues no aprovechó la bendita vida que nos dio Dios”, dijeron algunos en el post de Facebook.
