A mitad de año, el gobierno apenas ha ejecutado entre el 30 y 38% del presupuesto destinado a inversión pública, generando inquietud sobre el ritmo del gasto en obras y proyectos clave para el desarrollo del país.
Expertos señalan que este bajo nivel de ejecución puede retrasar mejoras en infraestructura, salud, educación y otros sectores prioritarios. Aunque el presupuesto está aprobado, gran parte de los fondos siguen sin movilizarse.
Se espera que, desde el Poder Ejecutivo “metan el acelerador” en la recta final del 2025 para ejecutar lo pendiente, sin embargo, queda el reto de cumplir metas sin caer en improvisaciones o uso ineficiente de los recursos.
