Comerciantes chinos continúan expandiéndose en distintos puntos de la capital, abriendo negocios en zonas de alta circulación y captando a gran parte de los consumidores.
Su presencia se ha vuelto cada vez más notoria en mercados, bulevares y barrios tradicionales de Comayagüela.
Vendedores aseguran que esta dinámica se ha convertido en una competencia desleal, ya que muchos pequeños negocios no pueden igualar los precios ni absorber los costos que implica operar bajo las mismas condiciones.
Afirman que sus ventas han caído y que algunos incluso han tenido que cerrar.
Mientras tanto, los comerciantes hondureños hacen un llamado a las autoridades para revisar las regulaciones comerciales y buscar mecanismos que permitan una competencia más equilibrada













