El padre Serrano no desiste y continúa su sacrificio por la carretera CA-5 a la altura de Comayagua rumbo a Tegucigalpa, donde espera reunirse con los cinco líderes políticos previo a elecciones generales.
“Mi sacrificio es por el diálogo y la no violencia verbal”, expresa el padre con el fin de que cese la campaña de odio que protagonizan miembros del oficialismo y la oposición y que transmiten a su militancia.
El sacerdote se refirió al golpe de Estado e hizo un llamado a «los golpistas» para que le pidan perdón a la familia Zelaya.
«¿Cómo no van a estar enojados los Zelaya? no les han pedido perdón y también los otros tienen que perdona», dijo el religioso.

