“Perdónenme por lo que he hecho”, fueron algunas de las palabras que habría escrito Pennsylvania Mercedes Jiménez Valdez, de 36 años, en una carta antes envenenar a sus tres hijos y luego quitarse la vida en el sector Ensanche Isabelita, Santo Domingo Este.
De acuerdo con el testimonio de Yuli Cabrera, hermano del padre de los niños, la mujer también dejó escrito que se llevaba a sus hijos para que “no fueran torturados”, lo que familiares califican como un capricho y un reflejo de su comportamiento inestable.
Vecinos narraron a Diario Libre que la mujer mantenía constantes choques con las personas de su entorno, convencida de que “le tenían envidia”.
Los parientes de la pareja confirmaron que la relación estaba cargada de tensiones y episodios de control que venían agravándose en los últimos meses.
Reiteraron que la mujer era “posesiva, celosa y controladora”, a quien constantemente sus padres aconsejaban, pero está no escuchaba.
Pennsylvania Mercedes llevaba más de 15 años con su esposo Amary Cabrera, quien permanece sumamente afectado ante la tragedia que vivió el pasado domingo, que culminó con la vida de sus infantes.









