Donaciano Alarcón Valdés, sacerdote panameño, de 49 años, quien cumplía una misión en Cusmapa, Nicaragua, fue expulsado en horas de la noche del lunes por orden de la dictadura de Daniel Ortega, luego de organizar una procesión de Semana Santa frente a la parroquia bajo su cargo y por supuestamente mencionar en la homilía del Domingo de Ramos a monseñor, Rolando Álvarez.
El Panorama Católico, medio de comunicación de la Arquidiócesis de Panamá, confirmó en sus redes, que al presbítero “lo dejaron descalzo en la frontera con Honduras”, y que en estos momentos se encuentra en la ciudad de San Marcos de Colón.
Alarcón Valdes estaba a cargo de la parroquia María Auxiliadora, ubicada en el municipio de San José de Cusmapa, que forma parte de la Diócesis de Estelí, cuyo administrador apostólico es monseñor Álvarez, reportan los medios nicaragüenses.
El sacerdote panameño fue deportado a través del puesto fronterizo El Espino, y según los medios la policía no le permitió ni sacar sus pertenencias de la casa cural. Además, fue despojado de su computadora personal y celular.
El sacerdote claretiano permanecerá durante tres semanas en San Pedro Sula y hoy estuvo presente en la misa crismal que fue presidida por el arzobispo Miguel Lenihan en la catedral Metropolitana San Pedro Apóstol.
“Desde que toque suelo fronterizo de Honduras me han tratado y acogido bien, mucha gente me esperaba. Yo había estado un año en Honduras y fue bien lindo ese tiempo”, dijo Valdéz.
El sacerdote expulsado por el régimen nicaragüense lamentó lo sucedido en su contra, pero agradeció al pueblo que sirvió durante muchos años por su calidad de servicio hacía él.
“Me expulsaron de Nicaragua, pero su gente es linda y a ese país lo llevo en el corazón. El evangelio puede incomodar a muchos, yo llamaría a un dialogo para que se pueda lograr la libertad de expresión. Admiro a mis compañeros que están en Nicaragua porque ellos velan por los fieles”.
El sacerdote espera órdenes de sus autoridades para seguir cumpliendo con la misión que Dios lo ha llamado.














