La Junta Educativa de Oklahoma aprobó el martes por unanimidad una propuesta para exigir a los padres una prueba de ciudadanía o del estatus migratorio legal de sus hijos antes de inscribirlos en las escuelas públicas, según la agencia de noticias The Associated Press.
La medida, que debe ser refrendada por el Congreso estatal y por el gobernador (ambos, republicanos) para entrar en vigor, no impide sin embargo que los estudiantes sin estatus legal fueran inscritos.
El superintendente educativo estatal, el republicano Ryan Walters, dijo que la norma tiene como objetivo “contar cuántos estudiantes de inmigrantes ilegales hay en las escuelas”, supuestamente para reunir información para dónde ubicar al personal y los recursos.
Mientras la Junta votaba la medida, cientos de manifestantes, entre ellos estudiantes, protestaban en contra a las puertas de su sede.
Un fallo de la Corte Suprema en 1982 refrendó el derecho de los niños que viven en el país sin estatus legal a asistir a las escuelas públicas, pero algunos legisladores republicanos han cuestionado que deban tener acceso a una educación pública. El dictamen judicial sin embargo permite a los distritos escolares evitar en gran medida tener que hacer preguntas sobre su estatus migratorio.
