Irán ha estado desarrollando armas nucleares en un “sitio secreto” cerca de Abadeh, en el centro del país, que luego destruyó para ocultar pruebas, ha declarado este lunes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una rueda de prensa en Jerusalén. Netanyahu acompañó su discurso con imágenes satelitales del ‘antes’ y ‘después’ de la supuesta destrucción del sitio.
El primer ministro ha aseverado que Israel descubrió la existencia del supuesto complejo en unos archivos nucleares iraníes que consiguió obtener; tras el estudio de los archivos comenzó a observar el sitio, que, según dijo, fue utilizado para realizar experimentos relacionados con el programa de armas nucleares de Irán.
Netanyahu ha indicado que Teherán destruyó el complejo en algún momento entre finales de junio y finales de julio de este año después de enterarse de que Israel estaba vigilando el sitio.
“Lo que vemos es un patrón consistente de mentiras, engaños y violaciones iraníes”, ha insistido el primer ministro israelí dirigiéndose a la comunidad internacional. “Despierten y dense cuenta de que Irán siempre está mintiendo”, ha reiterado al pedirles a los líderes mundiales que se unan al presidente de EE.UU., Donald Trump, para imponer sanciones a Teherán.
“Nuestro mensaje para Irán es: Israel sabe lo que está haciendo, Israel sabe cuándo lo está haciendo e Israel sabe dónde lo está haciendo“, ha advertido Netanyahu, a ocho días de las elecciones parlamentarias en Israel. “La única forma de detener la marcha de Irán hacia la bomba es presión, presión y más presión”, concluyó.
Reacción de Irán
En respuesta a estas acusaciones de Israel, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, a través de su cuenta de Twitter ha declarado que “el poseedor de armas nucleares reales está dando una falsa alarma en relación con un supuesto sitio ‘demolido’ en Irán”.
Asimismo, Zarif ha indicado que Netanyahu y sus aliados “solo quieren una guerra, sin importarles la sangre inocente”.
Teherán, por su parte, siempre ha insistido en que cumple rigurosamente con las normas del Plan Integral de Acción Conjunta del 2015 (JCPOA, por sus siglas en inglés), que limitaba sus actividades en el marco del programa nuclear. Este hecho fue comprobado por organismos internacionales. La República Islámica solo empezó a reducir sus compromisos con este tratado después de la salida unilateral de EE.UU. y la imposición de sanciones a Teherán por parte de Washington.
