La exprimera dama, Rosa Elena Bonilla bajo fuerte resguardo policial se hace presente a la funeraria donde estarán siendo velados los restos mortales de su hijo Said Bonilla.
Bastante afectado se le podía notar el rostro, con lagrimas en sus ojos así fue su ingreso a la sala velatoria, por primera vez que, ante los medios de comunicación agacha la cabeza y trata de protegerse ella misma.













