En el mundo existen millones de estudiantes que están criando hijos mientras asisten a la universidad. Y, por supuesto, no es nada fácil atender los estudios y los hijos.
En muchos casos, las madres, sobre todo, deben asistir a clases con sus retoños. Este es el caso de Natalia F. Miranda, una joven que se arriesgó llevando a su hija a la Universidad, con el peligro de que las autoridades no la dejaran entrar a las aulas.
“Por situaciones fuera de mi voluntad, tuve que llevarme a Marina conmigo a la universidad arriesgándome a que no me dejaran entrar al salón con ella”, escribió en sus redes.
Para su sorpresa, nadie le prohibió el paso en la sala e incluso su maestro, Iván Ruiz, se ofreció a cargarla mientras ella recibía la clase.
“Durante el transcurso de la clase, Marina se fue inquietando y, como ya estaba distrayendo a los demás, me levanté para irme a lo que él me dice que me quede tranquila, que todo está bien“, precisó la muchacha.
El profesor en ningún momento dejó de desarrollar la clase y tomó a Marina en sus brazos cuando ella se acercó gateando hasta él. Con una sonrisa en su rostro el docente continuó con su cátedra.
Para Natalia fue un hermoso gesto de parte de su maestro, quien la hizo sentir cómoda en todo momento. “Tal vez para mi profesor algo tan sencillo como coger a la nena y seguir dando la clase no significó mucho. Sin embargo, para mi, que estoy haciendo de tripas corazones para poder cumplir con todas mis responsabilidades de madre, empleada y estudiante, lo fue todo“, agregó.
Lo más curioso es que Natalia contó que parecía que su hija estaba muy contenta con la clase, ya que cada vez que el maestro explicaba algo a ella le surgía una sonrisa de su rostro.
Natalia también escribió: “Cuándo todo se viene al piso y sientes que no puedes más la empatía de una sola persona hace la diferencia (…) Hacen falta más profesores así“













