Una comunidad de Florida quedó marcada por el brutal asesinato de Tristyn Bailey, una adolescente de 13 años que desapareció la madrugada del 9 de mayo de 2021, tras ser vista por última vez junto a Aiden Fucci, un compañero de 14 años. Horas después, su cuerpo fue encontrado en un área boscosa con 114 puñaladas, la mayoría de ellas defensivas, lo que evidenciaba un ataque violento y premeditado.

Fucci fue arrestado ese mismo día y llegó a publicar una selfie en Snapchat desde el asiento trasero de la patrulla, alimentando la indignación pública. Investigaciones revelaron que días antes había expresado su deseo de matar a alguien, y su ADN fue hallado en el cuerpo de Tristyn. El caso fue calificado como uno de los más estremecedores en la historia del condado de St. Johns.

En febrero de 2023, el joven se declaró culpable de asesinato en primer grado justo antes de iniciar el juicio, lo que dio paso a una audiencia de sentencia cargada de emotividad. La familia de Tristyn, profundamente afectada, compartió su dolor ante el tribunal, con testimonios conmovedores como el de su hermana mayor, quien colocó 114 piedras en un frasco para representar cada herida.

El 24 de marzo de 2023, el juez R. Lee Smith dictó cadena perpetua para Fucci, la pena máxima permitida para un menor en Florida. Aunque no es elegible para la pena de muerte, podrá revisar su sentencia en 25 años. El juez recalcó que, pese a su edad, el crimen fue de una crueldad extraordinaria y cometido contra alguien que confiaba en él.

