4 métodos para ahorrar de forma rápida y segura

Quienes han aprendido que el ahorro es una parte vital para las finanzas saludables, saben que deben destinar un porcentaje de sus ingresos para ese fin y mejor aún, aplican esta filosofía de vida para compartir en pareja y en familia para el futuro. Incluso estas son personas que desde pequeñas les han enseñado a guardar el dinero en un “marranito” para comprar cosas tan sencillas como un juguete.

Pero no se preocupe, si usted todavía se siente perdido con este tema y no haya la forma de conseguir un dinero extra o guardar tan siquiera un 5% de sus ahorros, le contamos cómo hacerlo, aquí le vamos a mostrar algunos métodos para que se organice y poco a poco construya el hábito de ahorrar. Con el tiempo lo hará sin ser consciente y se dará cuenta de lo que ha logrado cuando cumpla sus objetivos o tenga algo tangible, como por ejemplo una casa.

Para empezar, lo que debe hacer es ser honesto con su comportamiento financiero, revise con lupa cómo está manejando sus ingresos, en qué se le va la plata, cuáles son los gastos innecesarios que están afectando su bolsillo y las obligaciones constantes de cada mes. Cuando tenga un registro de todo, inicie con un “plan maestro”, lo ideal es que haga un presupuesto en el que por lo menos destine el 10% de sus ingresos al ahorro.

Si puede, tome esta parte y métala en una inversión, puede ser en un producto de una entidad financiera que genere una rentabilidad anual superior a la de la inflación, es decir, por encima de 5,75% para 2017.

Sin embargo, si lo que usted quiere es hacer un ahorro similar al del marranito o a corto plazo, le recomendamos que trabaje en uno de estos métodos recomendados por la el periodico digital Expansión, lo importante es que lo haga y entre más pronto mejor.

1. El método de la sinceridad: ¿es usted de los que necesita tener a alguien encima para funcionar? Esperamos que no, pero si es así este método le podría servir para que sea más independiente y se acostumbre de una vez por toda a ser más disciplinado sin tener “a un manda más” vigilando.

Este método consiste en un ejercicio de castigo y recompensa, la idea es que fije una cantidad de dinero fija mensualmente para su ahorro, claro, después de que análice cuál es su capacidad para ello. Pero, si en un mes usted no es juicioso con esa promesa, es decir, si incumple con la cuota de ahorro, el castigo que se impondrá es que el próximo mes no podrá disfrutar de las cosas que más le gusta hacer o comprar.

Básicamente, es castigarse a sí mismo. De hecho, se llama método de la sinceridad porque solo usted a conciencia sabrá si cumple o no con su palabra.

2. Reto de las 52 semanas: es sencillo, lo primero que debe hacer es comprar una alcancía, las hay desde $1.500 hasta el valor que quiera, hay muchos estilos y colores en el mercado así que puede escoger a su gusto sin excusas, es más en un “baratillo” o en una tienda “de todo a mil” que de seguro hay en su barrio, la puede conseguir.

El ahorro es gradual, así que usted no sentirá el “golpe” de un momento a otro, además usted escoge el monto con el que quiere inicia, por ejemplo la primera puede comenzar con $2.000, la siguiente con $ 4.000 y la próxima con $ 6.000, así sucesivamente hasta que alcance las 52 semanas. Pero, si usted quiere puede extender el plan a más semanas dependiendo de su objetivo de ahorro.

Este es el ejercicio:

3. “El marrano”, del dinero no gastado: de seguro ya lo conoce, pues es el más tradicional para ahorrar. Es más, quizá cuando era pequeño usted era tan creativo que pintaba el marranito de varios colores y dibujos. Sin embargo, la intención con el marranito en este método, es que meta las monedas que le sobran del día a día o de una que otra compra, mejor dicho las vueltas que le quedan después de pagar.

Cuando por ejemplo tenía un dinero destinado a algún gasto, pero este no se dio, tome el monto y guárdelo en la alcancía, en el momento menos inesperado se dará cuenta de que ahorró un buen monto o que le sirvió para cubrir alguna emergencia.

4. Método de los sobres: el proceso le puede parecer muy antiguo, pero es muy útil a la hora de organizarse. Lo ideal es que empiece por definir las categorías en las que destinará el dinero. Por ejemplo, gastos fijos como transporte, alimentación, cuotas de crédito etc. Después, debe tomar un sobre por cada categoría y cuando reciba los ingresos debe distribuirlos según el nombre de la categoría.

Uno de esos sobres debe nombrarlo gasto mensual, allí usted debe poner el dinero que le sobre, el cual corresponderá a su ahorro mensual. La clave está en no tocar ese sobre y con los demás utilizarlos de acuerdo a la destinación que los nombró.

Cortesía: finanzaspersonales.com