Honduras cerrará el año 2025 con una deuda pública que supera los 18,500 millones de dólares, una cifra que vuelve a poner en el centro del debate la sostenibilidad de las finanzas del Estado y el impacto a mediano plazo en la economía nacional.
El endeudamiento incluye obligaciones internas y externas adquiridas para financiar gasto público, programas sociales y compromisos heredados de años anteriores.
Economistas advierten que el crecimiento de la deuda limita el margen de maniobra del Gobierno, ya que una parte importante del presupuesto debe destinarse al pago de capital e intereses.
Esta situación reduce la capacidad de inversión en áreas clave como salud, educación e infraestructura, además de aumentar la presión fiscal en un contexto económico marcado por bajo crecimiento y altos niveles de informalidad.

