El esperado aguinaldo está por llegar con la temporada decembrina, pero muchos trabajadores ya sienten que no podrán disfrutarlo del todo.
De acuerdo con sondeos recientes, más de la mitad de los empleados tiene comprometida esa remuneración desde semanas atrás, principalmente por deudas, créditos personales y gastos acumulados durante el año.
En varios sectores, la presión económica ha llevado a que el aguinaldo se convierta más en un salvavidas que en un respiro. Algunos trabajadores aseguran que, antes de recibirlo, ya han destinado cada lempira a cubrir pagos atrasados o a saldar compromisos que no pudieron enfrentar con el ingreso mensual regular.
Aun así, persiste la expectativa de que el beneficio permita aliviar, aunque sea parcialmente, la carga financiera de fin de año.

