El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, a pesar de estar encarcelado y de la intensa presión de su bancada, se mantiene bajo el peso de su condena por «golpismo» y de la orden de prisión preventiva emitida por el Supremo Tribunal Federal (STF).
La condena del Poder Judicial contra el exmandatario sigue vigente con los 27 años de prisión dictados por su participación en actos antidemocráticos.
Mientras tanto, el Partido Liberal (PL) y la familia Bolsonaro buscan impulsar una amnistía que representa una solución política y legislativa que, de aprobarse, anularía los efectos penales de la sentencia.
Desde prisión, Jair ha lanzado este movimiento estratégico para asegurar su liberación, buscando presionar al Congreso Nacional.
De esta manera, el futuro de Jair Bolsonaro descansa ahora en la arena legislativa, donde el PL busca una salida política a la crisis judicial de su líder.
Con el Congreso bajo intensa presión y la Corte Suprema manteniendo su postura de firmeza ante los delitos de golpismo, la votación de la amnistía se perfila como un momento decisivo que no solo determinará el destino del expresidente, sino que también pondrá a prueba el equilibrio de poderes en la democracia brasileña.

