El expresidente Juan Orlando Hernández, aseguró este miércoles por medio de una carta, que la izquierda radical y estructuras del narcotráfico conspiraron para tratar de impedir su triunfo en las elecciones de 2013.
En un extenso pronunciamiento, el exmandatario afirmó que existen grabaciones donde narcotraficantes reconocen haber apoyado al partido Libertad y Refundación (Libre) con el objetivo de revertir la extradición y las leyes contra el narcotráfico aprobadas durante su gestión.
“Existen grabaciones en las que los mismos narcos reconocen, con absoluta claridad, que debían apoyar al partido Libre, porque era su única alternativa para revertir la extradición y las leyes contra el narcotráfico que yo había promovido y aprobado desde que fui Presidente del Congreso Nacional entre 2010 y 2014”, manifestó Hernández, quien guarda prisión en Estados Unidos tras ser condenado por delitos de narcotráfico.
El exmandatario agregó que, tras las elecciones, varios narcotraficantes (entre ellos uno que luego testificó en su contra) se reunieron con el Departamento de Justicia y la DEA para ofrecer cooperación a cambio de beneficios judiciales. “Entregaron nombres, grabaciones y otras evidencias, pero nunca mencionaron mi nombre”, subrayó.
Durante su declaración, Hernández también cuestionó la credibilidad de uno de los testigos del juicio en su contra. “Reconoció que nunca tuvo ni tenía videos, ni documentos, ni evidencia alguna”, aseguró, y recordó que las leyes que él impulsó permitieron la incautación de casi mil millones de dólares en bienes al crimen organizado.
El expresidente también acusó a “la izquierda radical de Honduras y de Venezuela” de haber impulsado una campaña internacional para desprestigiarlo, calificando su gobierno como una “narco dictadura”.
A su criterio, esa estrategia buscaba encubrir los vínculos del oficialismo con estructuras del narcotráfico y desviar la atención de “la verdadera narco dictadura: el régimen autoritario de sus aliados en Venezuela”.
Finalmente, Hernández sostuvo que su extradición a Estados Unidos fue resultado de un acuerdo político entre la administración de Joe Biden y el partido Libre.
“La izquierda radical buscó mi asesinato político y, estando expatriado, se le facilitaba a Libre seguir en el poder”, dijo. El exmandatario concluyó asegurando que seguirá defendiendo su nombre y su inocencia: “Con fe en Dios y en la justicia, sé que pronto volveré a Honduras”.
