Después del primer acercamiento que hubo, el jueves 23 de octubre de 2025, entre las Fueras Armadas y el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas dio a conocer la petición que le formuló al pleno de Consejeros del CNE de permitirle acceso a los militares en los centros de votación a una copia del acta de cierre del nivel presidencial para que las Fuerzas Armadas en su “centro de operaciones” pueda hacer el conteo final.
Mucho podría decirse de esta maniobra. Lo primero es que es absolutamente inconstitucional. Las Fuerzas Armadas tienen sus funciones claramente delimitadas en la Constitución de la República: se deben reducir a garantizar el libre ejercicio del voto, la custodia, el transporte y la vigilancia del material electoral, y, más ampliamente, a defender la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.
Hernández adujo que esa petición se enmarca en la función de alternabilidad en el ejercicio de la presidencia, pero para ello ya existe un CNE, encargado de organizar el proceso y comunicar los resultados. A las Fuerzas Armadas solo les corresponde esperar esos resultados y, a partir de eso, poder participar en una transición política, dentro de los límites que marcan la Constitución y las leyes.
Además, el general Hernández quiebra el principio de apoliticidad de las Fuerzas Armadas, cuando sugiere que en su centro de operaciones esta institución va a verificar el resultado reflejado en las actas, asumiendo facultades que no le corresponden y desconociendo procesos ulteriores que surgen después del día de las votaciones, como el escrutinio definitivo o incluso los escrutinios especiales para revisar actas con inconsistencias.
Las Fuerzas Armadas quedan a disposición del CNE del miércoles 29 de octubre al 30 de diciembre de 2025. Esto significa que, en este momento, el Jefe del Estado Mayor Conjunto sigue bajo la disposición de la Presidencia de la República. ¿Debemos entender que se trata de una instrucción que ha recibido el general Roosevelt Hernández? ¿O es una decisión que parte de su propio criterio y que, voluntariamente, decidió exponerse jurídica y políticamente?
Nada es casualidad en política, y menos en este caso, que desde hace tiempo entró las Fuerzas Armadas a la arena político-partidaria.

