El fútbol tiene algunas normas que aún confunden a los aficionados, aunque muchas otras parecen grabadas en piedra. El saque de esquina, el penalti desde los once metros o la prórroga son verdaderas instituciones, así como el fuera de juego, aunque este pilar del balompié podría verse modificado por completo en un futuro cercano, cambiando por completo cómo se juega a este deporte a través de la ‘Ley Wenger’.
La International Football Association Board (IFAB), organismo encargado de establecer las reglas del fútbol determina actualmente que un jugador está en fuera de juego cuando «su cabeza, tronco o pierna (pie incluido) se encuentran, total o parcialmente, en la mitad del terreno de juego del adversario (excluyendo la línea central) y su cabeza, tronco o pierna (pie incluido) se encuentran, total o parcialmente, más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario».
Por supuesto, en el fútbol, no todo es tan sencillo, y las cosas se complican cuando hablamos del fuera de juego posicional, ya que, para que la posición antirreglamentaria suponga una sanción, hay que tener en cuenta unas dos decenas de variables contempladas por la IFAB. Siempre habrá acciones polémicas, discusiones sobre el espíritu de la norma y modificaciones futuras en base a estos casos concretos, pero la ‘Ley Wenger’ quiere tirar la puerta abajo.
Esta reforma revolucionaria toma su nombre de Arsene Wenger, el reconocido entrenador francés que propuso su implementación. La propuesta es simple: un futbolista no estaría en fuera de juego por estar más cerca de la línea de meta que el penúltimo defensor. En su lugar, sería una infracción tener todo el cuerpo por delante del penúltimo defensor.
La idea es favorecer a los atacantes, darle más armas al fútbol ofensivo y agilizar los partidos, aunque las consecuencias podrían ser completamente contrarias. Si la defensa adelantada es mucho más vulnerable, los equipos podrían redoblar esfuerzos para encerrarse en un bloque bajo impenetrable, y tácticas como la tan reconocible formación defensiva alta de Hansi Flick caerían en desuso, o deberían modificarse hasta el extremo.
La propuesta será estudiada en noviembre por el Comité Técnico de la IFAB, y según el exárbitro Iturralde González, «tiene muchas opciones de aprobarse». En caso de que la nueva norma superase todos los obstáculos institucionales, podría implementarse para el Mundial 2026, definiendo por completo el mayor espectáculo deportivo del planeta.


