El cardenal Óscar Andrés Rodríguez emitió fuertes declaraciones sobre la función del sistema judicial en el país, enfatizando que «un juez y un Poder Judicial están para impartir justicia, no para manipularla».
Sus palabras reflejan preocupación por posibles irregularidades y presiones dentro de los procesos judiciales.
Rodríguez señaló que la credibilidad del sistema depende de la imparcialidad y la transparencia de quienes administran la justicia. Subrayó que cualquier intento de influir en decisiones judiciales debilita la confianza de la ciudadanía y pone en riesgo la estabilidad social.
El cardenal hizo un llamado a autoridades y operadores de justicia para actuar con integridad y garantizar que los procesos legales se conduzcan de manera objetiva. Además, instó a la población a exigir rendición de cuentas y respeto a la ley como base de una sociedad justa.

