Un momento de asombro se vivió durante una práctica del Inter Miami cuando Lionel Messi ejecutó un disparo que desafió toda lógica futbolística, provocando la inmediata celebración de Rodrigo De Paul. El episodio, que tuvo lugar tras el reciente empate 1-1 del equipo estadounidense frente a Toronto en Canadá, volvió a poner en evidencia la capacidad del astro argentino para sorprender incluso a sus propios compañeros.
El entrenamiento se transformó en un escenario de competencia amistosa cuando Messi y De Paul, ambos campeones del mundo con la selección argentina, decidieron enfrentarse en un reto poco convencional: rematar desde detrás de uno de los arcos.
La iniciativa, que combinó el espíritu competitivo con el entretenimiento, comenzó con el intento de De Paul. El mediocampista imprimió efecto al balón, que rozó la hazaña al estrellarse en el travesaño, quedando a escasos centímetros de convertirse en gol.
La atención se centró entonces en Messi, quien tomó la pelota y, con su característica zurda, realizó un disparo preciso. El balón picó antes de llegar al arco y, con una rosca espectacular, terminó ingresando en la portería, generando la admiración de todos los presentes. La reacción de El Motorcito no se hizo esperar: se acercó de inmediato a la Pulga y lo abrazó, celebrando la genialidad de su compañero y amigo.

