Mientras caminaba codo a codo con miles de hondureños que piden paz para Honduras, el arzobispo de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, José Vicente Nácher, brindó unas palabras de aliento y de reflexión a la población, subrayando que en esta masiva movilización, todos somos una gran familia con un solo mensaje: el del amor que transforma y salva al mundo en la forma de Jesucristo.
Al ser consultado por cual es la consigna personal que mantiene en esta histórica actividad, Nácher puntualizó que «yo pediré por todos y cada uno de los hondureños con mucho amor, algo que hago cada día. Nosotros oramos cada día de nuestra vida por nuestra amada Honduras y por cada uno de los hondureños y hondureñas”.
“Creemos que esto es algo que conforme a la voluntad de Dios y nos sentimos contentos, agradecemos la cobertura y esperamos que, desde el aire puedan mostrar a la gente y que puedan tomar las reacciones de las personas para que expresen lo que sienten”, dijo.


