El proceso electoral general de 2025 costará al Estado más de 1,800 millones de lempiras, según estimaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), lo que lo convierte en uno de los comicios más caros de la historia reciente.
El presupuesto contempla logística, tecnología, contratación de personal, campañas de educación cívica y la implementación de sistemas como el TREP, cuya licitación aún está en proceso.
Entre los gastos más significativos se encuentra el fortalecimiento del sistema de transmisión de resultados, la impresión de más de 15 millones de papeletas, la adquisición de equipo informático y el financiamiento público a partidos políticos.
El CNE justifica la inversión como necesaria para garantizar transparencia, agilidad en los resultados y confianza ciudadana en el proceso.

