El alto nivel de endeudamiento que afecta a miles de hondureños ha vuelto a encender el debate sobre la necesidad de una ley que ponga freno a los intereses excesivos en préstamos, conocidos comúnmente como usura.
Según estimaciones de organizaciones sociales y financieras, más de 500,000 personas están atrapadas en deudas con tasas de interés elevadas, muchas veces sin un control claro por parte de las autoridades. Este tipo de créditos suelen crecer rápidamente, dejando a los deudores sin salida.
La falta de una ley específica ha permitido que prestamistas y financieras operen con libertad, fuera del sistema bancario formal. En muchos casos, las personas terminan pagando el doble o el triple del dinero que recibieron, lo que golpea con fuerza a familias con pocos recursos y a pequeños negocios.
En el Congreso Nacional se han presentado propuestas para regular estos cobros, pero el tema sigue sin avances concretos. Mientras tanto, la necesidad de una ley contra la usura sigue siendo urgente, ante el impacto que esta situación tiene en la economía de miles de hogares en el país.

